La equitación, más que un deporte, es una experiencia profundamente enriquecedora que va más allá de la mera actividad física. A lo largo de los siglos, la relación entre humanos y caballos ha sido reconocida por una poderosa conexión emocional y una capacidad para inspirar admiración y respeto.
Los numerosos beneficios físicos, emocionales y sociales que ofrece la práctica de la equitación. Desde el desarrollo de la concentración y la fuerza física hasta el fomento de la autoestima y la formación de valores fundamentales.